EL DIA MÁS INFERMAL DE MI VIDA: EL VIAJE DE LOS HORRORES

“Entonces monté al avión…”

Y así comenzaba la segunda parte del día más infernal de mi vida, los cuales fueron dos días, pero como no había dormido para mí fue como un día asquerosamente largo y mortal.

Mi avión de Aeroflot

El primer vuelo iba desde Madrid a Moscú, era un viaje de 5 horas y sabía que me iba a pudrir en aburrimiento en cuanto vi que no había televisiones en los asientos, además los asientos eran enanos y las rodillas me golpeaban por todos lados, por suerte yo estaba en la ventana y a mi lado no había nadie, por lo que podía estirar las piernas hacia ese lado. El viaje fue tremendamente aburrido, lo único que podía hacer era mirar por la ventana ya que no tenía ni sitio para sacar el portátil, solo conseguí dormir media hora, aunque me moría de sueño por lo incomodo que era todo. Aparte de todo esto la comida era la mayor mierda que jamás he comido, lo único decente eran unos mini cachitos de carne de pollo que estaban con una salsa no demasiado mala, pero lo demás eran cosas putrefactas que no deberían ni existir o cosas súper cutres como un cascurro de queso duro del malo.

Todas las comidas de los aviones fueron algo así

Cuando por fin aterrizamos en Moscú, solo tenia 1h 20m para montar al siguiente avión. Yo como no tenía ni idea de hacia dónde ir simplemente seguí a la manada de gente, aunque al final solo era tirar hacia delante hasta llegar a la cola donde te miran el pasaporte y demás. Mientras estaba en esa cola escuché a dos chicas japonesas diciendo algo de “supein” (España) por lo que con mi Japonés de pete que tengo todavía las hablé y dije que si han ido a España y que yo soy español, entonces ellas me hablaron en español (y bastante bueno por cierto). Se llaman Nanako y Rei, de 22 añitos, acaban de terminar sus estudios y habían ido a España de vacaciones, ahora vuelven a Japón para trabajar. En el rato que estuvimos hablando nos hicimos amigos y estuvimos juntos durante toda la hora de escala, por lo que se me hizo corto. Y llegó la hora de subir al siguiente avión…

No lo había dicho, pero volaba con Aeroflot y ambos aviones eran de esa compañía, parece ser que es de las compañías más cutres que existen porque este avión, aunque era algo más grande y al menos tenia televisión en los asientos también fue bastante asqueroso. El espacio era igual de enano, y esta vez sí que tenía alguien al lado, pero al menos estaba en pasillo y podía sacar una pierna por ahí, a mi lado estaban una japonesa y más allá un japonés que se pasó durmiendo prácticamente las 9 horas de vuelo, eso me mataba de envidia, ¿cómo cojones hacen para dormir tan fácil? ¡Yo aunque no sabía ni como me llamo del sueño que tenía solo pude dormir algo más de una hora! Por si fuera poco, mis nuevas amigas japonesas se sentaban en la misma fila que yo, pero más adelante, por lo que no podía entretenerme hablando con ellas, intente hacerlo con mi compi nipona de al lado, pero no parecía querer hablar con un sucio gaijin (extranjero), y eso que la hablaba en japonés a ver si se animaba un poco, pero nada.

Vistas de Rusia
Lo único que podía hacer era enredar con la pantalla del asiento y eso hice. Tenía unos juegos súper cutres que ni merecía la pena jugar, un modo para ver la cámara del avión y así poder ver por dónde vamos, aunque no esté en la ventana, lo cual parecía interesante, pero era de noche y no se veía nadita. Lo único decente que tenía la pantalla era que las películas estaban en varios idiomas, incluido el castellano, pero tampoco es que hubiese algo interesante que ver, todo eran películas de tres al cuarto, luego alguna de Mr Bean pero ya las había visto y un par de películas modernas. De todas las películas que había solo me llamaban la atención dos de ellas, Venom y la ultima de predator, vi la de Venom pero la otra no la vi porque no es que se oyese muy bien con tanto ruido de fondo en el avión, pero al menos eso me quitó dos de las nueve horas de viaje infernal. El avión tenía una esquina donde iba la gente a ponerse de pie un rato a estirar las piernas, ¡y justo mientras iba al baño me encontré que en esa esquina estaban mis amigas Nanako y Rei! Así que no lo dude y me quede hablando con ellas en Español-Japonés mientras estiraba las piernas un rato.

PD: la comida de este avión también asquerosa, sobretodo un arroz blanco con algo que parecía naranja encima que solo le di un bocado y ahí lo dejé de lo malo que estaba. No sé si la comida es así de infernal en todas las compañías o es por haber pillado el billete más barato que había en el mercado (350€). Pero bueno por ese precio cuando normalmente son de 600-800€ pues no me quejo, he venido en plan pobre.

Y nada más sobre los aviones, al aterrizar en Narita a las 11:20 a.m por fin me sentí liberado de ese infierno donde midiendo 1,90 no podía ni moverme, pero ahora quedaba llegar desde Narita hasta Tokio…

Había quedado con Rei y Nanako al salir del avión, y efectivamente allí me estaban esperando (cabía la posibilidad de que huyesen y no las vuelva a ver nunca más, ¡pero allí estaban las dos esperándome!, digo esto porque es normal que una japonesa desaparezca sin decir nada si no tiene ningún tipo de interés en la persona).

Ellas como habían viajado más veces pues conocían el aeropuerto y los tramites, en una de las colas yo tenía que ir a otro lado por ser extranjero en este país y ellas no, pero de nuevo me esperaron al otro lado del control. Entonces ya estábamos en la parte de “fuera” del aeropuerto, donde estaban las tiendas, cafeterías y las zonas para cambiar el dinero a yenes. Gracias a ellas fuimos directos a todos los sitios que necesitaba, me acompañaron a cambiar dinero e incluso decidieron ir en el mismo tren que yo hasta Tokio aunque su plan era ir en bus porque es 2€ más barato. Me guiaron hacia la línea Keisei, me explicaron cómo sacar el billete y llegamos hasta Tokio sin problemas.

Cabe recalcar que sin ellas, todo este proceso en el aeropuerto, que fueron unas dos horas, me habrían resultado un infierno sin saber qué hacer ni adonde ir, me alegro muchísimo de haberme atrevido a hablarlas en un japonés chapurrero cuando las oí hablar de mi Españita.

PD: Justo antes de la bajada al tren Keisei, me pararon los de la TV japonesa para hacerme una entrevista, intenté escaquearme diciendo que soy un gaijin tonto que no sabe japonés, pero me insistieron diciendo que el entrevistador me haría las preguntas en japonés, pero su compañera me traduciría al inglés. (Eran tres personas, esos dos y el cámara, o mejor dicho LA cámara, porque era un tremenda waifu nipona que no aparentaba ni 30 años de edad, siempre me he imaginado que los cámaras son tíos fuertes y gordos). Así que ahí estaba yo, habiendo dormido 2 horas en las últimas 48 horas, haciendo una entrevista en inglés que, aunque tenga un nivel B2, de lo podrido que estaba no se ni como salían palabras de mi boca, por si fuera poco, me dijeron mis amigas que ese era un canal muy famoso en Japón y que millones de nipones me verían hablando como un pete en inglés ¡¡¡¡¡NOOOOOO!!!!! 

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA CUENTA BANCARIA IMPOSIBLE

JAPONÉS: Lección 1

EMPADRONAMIENTO Y SEGURO NACIONAL DE SALUD